miércoles, 8 de junio de 2016

Importancia de los Valores en la Educacion


“Los valores constituyen componentes inevitables en el mundo humano por lo que educar en valores es una necesidad ineludible en la sociedad actual.

Es imposible imaginar una vida humana sin valores, especialmente sin valores éticos, pues no existe ningún ser humano que pueda sentirse más allá del bien y del mal, sino que todas las personas somos inevitablemente morales.

En el mundo de hoy surge con mucha fuerza la necesidad de educar en valores, de reconquistar la práctica de los valores éticos. En la actualidad, ante un vacío ético, se está reclamando una mayor moralidad en todos los ámbitos de la vida social: en la política, en los medios de comunicación social, en las transacciones comerciales, en las empresas, en los hospitales, en el desempeño de las funciones públicas y privadas, en las universidades, en los centros educativos, en la vida familiar, en suma, en el conjunto de nuestra sociedad, porque finalmente el aumento de la vida moral permitirá la humanización de la sociedad.


No quiere decir esto que no sean esenciales los valores estéticos (la belleza, la elegancia), los religiosos (lo sagrado, lo trascendente), los de la salud (la salud, la agilidad, la vitalidad), los intelectuales (el conocimiento, la evidencia), o los de la utilidad (lo útil, lo eficaz), sino que son los valores morales los que parecen estar de actualidad; tal vez porque nos percatamos, con razón, de que desde ellos podremos ordenar los restantes de una forma ajustada a las exigencias de nuestro ser personas, ya que los valores morales actúan como integradores de los demás, no como sustitutos de ellos. Por eso, urge educar en este tipo de valores, sea a través de la educación formal, es decir, en la escuela, sea a través de la familia, la calle, los medios de comunicación.” (Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 2003)

Proceso de Valoracion


Para lograr que un individuo adquiera valor, se necesitan los siguientes pasos según (Tovar, 2001):
1.    “Percepción del valor. Que el sujeto  perciba la existencia del bien y lo aprecie como tal.
2.    Aceptación consciente del valor. Que el sujeto caiga conscientemente en la cuenta de que un determinado bien es estimado por él.
3.    Convicción reforzada. Dado que los antivalores también atraen, es preciso reforzar la aceptación del valor formando la convicción.
4.    Desmontar los antivalores si han sido adquiridos.
5.    Estimular la vivencia practica de los propios valores.
De hecho, ya se da la valoración propia en el primer paso, que es el esencial. Los demás vienen a reforzarlo y complementarlo.”


Clasificación de los Valores




Según (Frondizi, 1958) “(…) los valores están, además, ordenados jerárquicamente, esto es, hay valores inferiores y superiores. No debe confundirse la ordenación jerárquica de los valores con la clasificación de los mismos. Una clasificación no implica, necesariamente, un orden jerárquico. Se puede clasificar a los hombres en gordos y flacos, altos y bajos, solteros y casados, etc., sin que ninguno de los grupos tenga mayor jerarquía que el otro. Los valores, en cambio, se dan en su orden jerárquico o tabla de valores. La preferencia revela ese orden jerárquico; al enfrentarse a dos valores, el hombre “prefiere” comúnmente el superior, aunque a veces “elija” el inferior por razones circunstanciales.

La existencia de un orden jerárquico es una incitación permanente a la acción creadora y a la elevación moral. El sentido creador y ascendente de la vida se basa, fundamentalmente, en la afirmación del valor positivo frente al negativo y del valor superior frente al inferior (…).”

Para (Tovar, 2001) “Los valores son muchos, aunque no todos igual de importantes. Por eso, existe una jerarquía de los valores. Como el valor depende de la apreciación personal, no se puede hacer una lista única valedera para todos. Sin embargo, será fácil encontrar un denominador común, esto es, algunos de los valores que todos, o al menos la mayoría, acepta como muy valiosos (…)

Los valores se perciben en diverso grado, pues no todo es igual de importante para cada individuo. Hay también una posible jerarquización de los valores desde un punto de vista teórico. Es así que algunos estudiosos, sobre todo de las tendencias objetivistas, han establecido una jerarquía universal de valores (…)”

Valores Vitales

             Para (Tovar, 2001) los valores vitales “son los que dan soporte al sujeto para sobrevivir. La supervivencia humana requiere de la vida física y del equilibrio psíquico para recorrer el camino de la existencia. Los valores vitales, por tanto, reúnen todos los bienes físicos y psíquicos que debe adquirir la persona para su realización propia. Son valores que deben educarse, sobre todo, en las primeras etapas de la vida, para asegurar un recipiente válido a los restantes valores que se adquirirán posteriormente.

El adolescente necesita adquirir una visión equilibrada y serena de los valores vitales, dada su impulsividad y ansiedad, tanto en los aspectos físicos como en los psíquicos. Necesita auto aceptarse y controlarse, aunque no le agrade (…)”

Valores humanos

          Según (Tovar, 2001) “los valores humanos agrupan todo el conjunto de bienes que definen al hombre en sus sectores más propios, por encima de los simplemente animales o vegetales. (Se subdividen en cuatro grupos) El primero, lo forman los valores culturales de la comunidad donde el individuo está inmerso, junto con su dimensión intelectual. El segundo, se refiere a los valores estéticos. El tercero, a cuanto toca la relación con los demás. Y el cuarto, son las cualidades personales. Los valores humanos, pues, son los bienes que hacen al hombre más y mejor hombre.”

Para (Jimenez B. T., 1991)Hablar de “valores humanos” significa aceptar al hombre como el supremo valor entre las realidades humanas. Lo que en el fondo quiere decir que el hombre no debe supeditarse a ningún otro valor terreno, ni familia, ni Estado, ni ideologías, ni instituciones (...)”

“Los Valores Humanos son aquellos bienes universales que pertenecen a nuestra naturaleza como personas y que, en cierto sentido, nos humanizan, porque mejoran nuestra condición de personas y perfeccionan nuestra naturaleza humana, se puede decir que son convicciones profundas de los seres humanos que determinan su manera de ser y orientan su conducta.” (Alfonso Elpidio Sánchez López, 2011)

  Valores morales

          Como menciona (Armosino, Introducción a los Valores, 2006) “Los valores morales se perciben como todos los demás valores a través de la experiencia, con la intuición de valores. Es una intuición cualitativamente distinta de los demás campos de valores. Esto significa que los valores morales se dan en la intuición, a la par de los valores estéticos, sociales, políticos, económicos, etc., pero el carácter que se percibe, en este caso, es la dimensión ética del ser. Será un ser digno o indigno, bueno o malo, justo o injusto, humano o inhumano, amable u odioso, estimable o repugnante, respetuoso o vulgar, atento o cruel. El carácter de moralidad está en cada una de estas determinaciones de los entes, hechos y relaciones. Estas oposiciones no son realmente alternativas de sí o no; son sólo diversidades que pueden ser combinadas en diferentes formas. Toda esta terminología que refleja la realidad experimental, introduce al campo existente de los valores morales. Cuando se habla de ser en la percepción de la moralidad, se indica cualquier hecho, gesto, escrito, obra o producto, relacionado con la persona, mi persona o la de los demás, con la propiedad de ser digno, justo, bueno, humano, etc. Todo ser, en general, aparte de excepciones, es portador de valores morales, más o menos evidentes (…)

El valor moral, por sí, tiende a ser modelo, posee en sí una fuerza de atracción que estimula a la imitación. Por tanto, se refiere directa o indirectamente a nuestra propia conducta. Por esta razón, hablar de valores morales es hacer referencia, cuando menos implícitamente, a la conducta moral de las personas. Si alguien choca mi carro por no haber respetado las reglas del tránsito, no sólo me produce dolor por el daño, suscita mi indignación por su falta moral y el sentimiento ético; provoca en mí el deseo de corrección: el hecho es moralmente detestable. Si un joven gasta sus bienes para atender a su madre enferma, no sólo suscita mi admiración por la generosidad, sino que se me da como modelo: un deber-ser a imitar, por el valor ético que se encierra en su acción. Unos forajidos, al amanecer, apresan a una criada que está barriendo la acera y la empujan dentro del portón abierto, con la evidente intención de robar y violar y, una persona que ve la escena, empieza a gritar desesperadamente hasta despertar a todo el vecindario hasta que los asaltantes se asustan y abandonan a la víctima.

La acción inmoral, contraria a la libertad y dignidad de la persona, ha sido percibida como valor negativo y ha suscitado la indignación exponiendo el observador al peligro pero sintió la fuerza del poder moral que lo movió a usar los medios a su alcance para corregir el mal. Del mismo modo actúa el poder del valor moral de cara a las crueldades, torturas, injusticias y desórdenes de toda clase y, en sentido positivo, los valores morales obligan a la conciencia con su propio poder y la mueven a tomar decisiones para su realización. Entonces, la intuición de los valores morales es el fundamento de la moralidad y de la conducta moral de una persona.”

Para (Tiempo, 2002) “Los valores morales son los que orientan (la) conducta, con base en ellos (se decide) cómo actuar ante las diferentes situaciones que plantea la vida. Tienen que ver principalmente con los efectos que tiene lo que (se hace) en las otras personas, en la sociedad o (en) el medio ambiente en general (...)”

Valores trascendentales

          “Los valores trascendentales ocupan la esfera de las relaciones del hombre con el ser supremo. Este sector de la vida humana no depende de la religión aceptada sino de la dimensión trascendente del hombre que se abre espontáneamente al más allá, sea ocasionalmente o de modo constante.” (Tovar, 2001)

Según (Hoz, 1993) “El mundo ideal hacia el que se orienta la tensión de la voluntad está constituido por el sistema de valores accesibles al hombre. El sentido de la vida no se construye sino que se descubre; y se descubre precisamente en los valores que existen o se pueden promover en el ser y las circunstancias de cada vida personal.

En la selección y aceptación de esos valores en los que quiere participar, el ser humano aspira a encontrar, desplegar y fortalecer su propia identidad personal. Los valores situados en alguno de los dos niveles aludidos (…) el exterior y el interior son parciales precisamente porque se hallan situados en un determinado nivel y no en otro. Los valores trascendentales tienen carácter de totalidad y se pueden resumir en la unidad y la coherencia de la vida, la sabiduría, el heroísmo y los valores religiosos.

La unidad de la vida dada (…) se proyecta en el valor o bien estimado como supremo al cual se subordinan todos los demás. Vale la pena tener presente que se puede estimar valor supremo a cualquiera de los mencionados en uno u otro nivel de la vida. En este caso, se otorga al valor elegido carácter trascendental porque, desbordando su propio nivel, influye y orienta la vida entera de un sujeto. (…)”

miércoles, 18 de mayo de 2016

¿Que son los Valores?


“Los valores constituyen un tema nuevo en la filosofía: la disciplina que los estudia –la axiología- ensaya sus primeros pasos en la segunda mitad del siglo XIX. Es cierto que algunos valores inspiraron profundas páginas a más de un filósofo, desde Platón en adelante, y que la belleza, la justicia, el bien, la santidad, fueron temas de viva preocupación de los pensadores de todas las épocas” (…) (Frondizi, 1958)

Según (Jimenez J. C., 2008) “Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud.

“La palabra valor viene del latín valor, valere (fuerza, salud, estar sano, ser fuerte). Cuando se dice que algo tiene valor se afirma que es bueno, digno de aprecio y estimación. En el campo de la Ética y la moral (…) los valores son cualidades que se pueden encontrar en el mundo que nos rodea. En un paisaje, por ejemplo (un paisaje hermoso), en una persona (una persona solidaria), en una sociedad (una sociedad tolerante), en un sistema político (un sistema político justo), en una acción realizada por alguien (una acción buena), y así sucesivamente (…)."(Tiempo, 2002)

Para (Carreras, y otros, 1995) el término “valor, está relacionado con la propia existencia de la persona, afecta a su conducta, configura y modela sus ideas y condiciona sus sentimientos. Se trata de algo cambiante, dinámico, que, en apariencia, hemos elegido libremente entre diversas alternativas. Depende, sin embargo, en buena medida, de lo interiorizado a lo largo del proceso de socialización y, por consiguiente, de ideas y actitudes que reproducimos a partir de las diversas instancias socializadoras."

Por otra parte para (Armosino, Introducción a los Valores, 2006) los valores “(…) son una calidad que se encuentra en las dimensiones de la vida."